Óleo sobre lienzo
60x90cm
 
Esta obra nos lleva a imaginarnos una historia. Y los invito a recrearla y también a imaginar a través de ella. Nos detiene la mirada de una bella mujer, absorta en un espacio desconocido. Es el viento que nos señala la dirección hacia donde se dirige su mirada, y es la luz con su última fuerza antes del ocaso, la que también nos indica que ocurre algo más en la escena, lo que ocasiona su estado final.
 
Su tristeza tiene raíz en algo tan valioso como el oro, que es capaz de llorar mientras la mirada aún parece estar fija en algún punto del horizonte. En tanto, la muerte se apodera de ella enfriando de azules y violetas su cuerpo.
 
Pero ante el estremecedor suceso, del lado opuesto, irrumpe tímidamente una luz. De un capullo prendido de su oreja nace una mariposa, irradiando no solo una tenue luminiscencia, sino la esperanza, la belleza renovada y la vida nueva que ocurre al dejarnos morir.