Oil on canvas 40x50cm
Difícil de comprender en estos tiempos en donde la religiosidad se considera muchas veces un tabú pasado de moda, traigo al presente a María. Intentando reflejar una belleza imposible de representar con mi pobre talento, comencé esta obra el 15 de agosto (día de la Asunción de María) y finalizado el día anterior a la festividad de María Reina de los cielos.
Evocando a la Virgen ya asunta y ya reinante, nos acerca su corazón ardiente, especialmente a quienes creen que el calor de una Madre sobrenatural no existe, el amor y la existencia de un Dios ha desaparecido. Cada época tiene sus contrariedades, pareciendo que Dios se pareciera más al cuento de un juez injusto con una iglesia que nada tiene de parecido con lo profesa. Pero ahí está Ella, recordándonos que la verdadera fe aún se encuentra en lo profundo de la sequedad del corazón humano.
top of page
bottom of page